Cosecha Roja

cosechaNuestra lectura de abril 2012: COSECHA ROJA, de Dashiell Hammett.

No puede negarse que la última lectura fue un éxito sobre todo por la intensidad de los comentarios y la controversia que se despertó. «Cosecha Roja» de Dashiell Hammett despertó un neto entusiasmo, tal vez reforzado por el contraste con el estilo de Agatha Christie en su primera novela «El misterioso caso Styles». No puedo dejar de reproducir algunas de las cosas que pudimos escuchar analizando la primera y mítica novela de Hammett, fundadora oficial de lo que ha venido en llamarse novela negra en Europa, y novela realista policíaca americana:

1) En primer lugar el ritmo frenético de la acción y el ágil uso de los diálogos.
2) La reducción de las descripciones de ambientes y personajes a la mínima expresión, apenas unas pinceladas.
3) La definición de los personajes a través de su actuación, sin introspecciones previas ni posteriores.
4) El número sorprendente y siempre abierto de los protagonistas principales y secundarios
5) La violencia absoluta que se desata en la trama, antes y después de la guerra que se desata entre las cuatro principales bandas
6) Las referencias a la situación social, los intereses económicos y a los conflictos laborales que generan la trama al principio
7) El carácter secundario de los aspectos criminalísticos y de la investigación de algunos de los asesinatos, en Cosecha Roja apenas hay tres de las dos docenas de muertes que acaecen que requieran las habilidades investigadoras y deductivas del detective de la Continental: el asesinato de Donald Willsson, de Dinah Brand y de Tim Noon.
8) La ética meramente profesional del anónimo protagonista cuyo carácter heroico no se extiende a otros rasgos de su persona ya que recurre a la manipulación, a la mentira y a la violencia cuando es necesario pero cumple su compromiso de limpiar la ciudad.
9) La novela generó casi una unánime aceptación, sin que se dejara de señalar la ironía evidente de algunas de sus situaciones ni tampoco la cantidad de coincidencias con situaciones de corrupción actuales, que en concreto despertó los entusiasmos de Pascual Fort, quien pareció despertar de un largo letargo en nuestras tertulias, con la única reserva de la confusión que genera la acción desenfrenada y el gran número de personajes que invitan a la relectura.

Como «defectos» o puntos débiles de la trama llamé la atención sobre tres detalles:
1) El asesinato que inicia la trama, del director de periódico Donald Willsson, por parte del empleado de banco Albury, que no está inserto en la red de gánsters de la ciudad y por puro despecho, cuando éste tiene tantos boletos para que se lo carguen su esposa y estos últimos.
2) El asesinato del boxeador Ike Bush (en realidad Al Kennedy, observad la coincidencia con los apellidos de dos presientes de EEUU) con un cuchillo lanzado a su nuca en el mismo ring por MacSwain, cuando se niega a cumplir el tongo que había pactado con El Susurros (Max Thaler)
3) La confusión del nombre del asesino que pronuncia Tim Noon cuando muere: «Max» que todos toman por Max Thaler, cuando quiere decir MacS… según la rebuscada y sorprendente intuición del agente de la Continental.

De todo esto y mucho más se habló en el Club. Por unanimidad se decidió que merecía la pena leer su famosa tercera novela, la archiconocida y llevada al cine por Jhon Huston: «El Halcón Maltés». En mi opinión, la verdadera fundadora del género negro americano.