escribir y de un género, el criminal, que personalmente

Pero, por si quedan dudas, lo repite con la novela que vamos a leer y comentar en nuestro próximo club: Tatuaje, la segunda con el personaje pero en realidad la primera considerable como novela criminal: «A principios de los setenta vivíamos en una dictadura literaria: o escribías como Juan Benet o no eras nadie. A los jóvenes se les exigía que escribieran el Ulises. El resto eran subliteraturas. Un día, en plena euforia etílica con mi amigo José Batlló, nos burlábamos de la literatura de vanguardia y él me desafió a escribir una novela de guardias y ladrones. Acepté el reto y escribí Tatuaje en 15 días. La crítica la recibió fatal y me acusaron de lanzarme a un suicidio profesional, a una operación comercial. Hacer una novela de detectives en el rigor mortis de la cultura española de la época era horroroso. Para mí, sin embargo, era una novela experimental, ya que Carvalho no era un detective al uso. Vivía con una puta, quemaba libros, era ex comunista y ex agente de la CIA.» … «Yo maté a Kennedy no fue ningún éxito, ni Tatuaje…»(Entrevista de Xavier Moret, en EL PAÍS del 19/2/1997).
Por si no pecaba lo suficiente con todo ello (que le oí contar personalmente sin el más mínimo rubor), fue también guionista de la película Tatuaje basada en la novela, dirigida en 1976 por Bigas Luna e interpretada por Carlos Ballesteros en el papel de Carvalho, Pilar Velázquez en el papel de Charo y Mónica Randall en el papel de Teresa Marsé.
De Manuel Vázquez Montalbán sólo puedo decir que ha sido para mí un maestro, uno de mis escritores favoritos más leídos y más respetados intelectualmente, y que de él he apreciado aún más que sus novelas, sus ensayos (como El escriba sentado, o Panfleto desde el planeta de los simios…) y sus experimentos literarios (como El Estrangulador de Boston o el Manifiesto subnormal), sin olvidar sus novelas disfrazadas de historia, como la Autobiografía del general Franco, y tantas otras cosas. Incluso le he perdonador su condición de culé y su desgraciada frase acerca de que el Barça era más que un club (tragedia que le ha perdido en los afectos de mucha gente)… Y jamás he podido creer la leyenda negra que se construyó en torno su muerte.
Creo que podemos leer las dos novelas, Yo maté a Kennedy y Tatuaje e incluso, si encuentro, la homónima película, volver a ver a Mónica Randall en pleno imperio de su elegancia pese a la sucia mirada de Bigas Luna. Es decir, incluso podremos ver su versión cinematográfica.
Todo ello, el 23 de noviembre.