
Reanudaremos nuestro club de lectura en septiembre con J.P. Manchette, para completar la lectura de este escritor a quien se atribuye la renovación del género policíaco en Francia y la creación de lo que allí nombran como el neopolar (nouveau roman policier).
En mayo leímos su primera novela, en colaboración con su amigo J.P. Bastid, Dejad que los cadáveres se bronceen al sol, que tuvo una cierta división de opiniones y Fatal, que suscitó más entusiasmo general en nuestra discusión y puesta en común.
Dada la brevedad de sus novelas y la importancia del escritor en el surgimiento de ese fenómeno mediático que se ha dado en llamar de forma genérica novela negra (sobre todo en España y desde aquí en el mundo hispánico y desde luego en el ya consagrado noir francés) e incluso ha adoptado el mundo escandinavo con la expresión de nordic noir, volveremos sobre Manchette y leeremos dos de sus mejores novelas: Balada de la costa oeste y El caso Ngustro.
La primera de ellas acaba de sustanciar una versión cinematográfica reciente en Francia con el título Testigo, si no me equivoco, y es una novela con retrosabor al mejor Cornell Woolrich (nuestro viejo conocido William Irish). La segunda es un interesante thriller político que os recordará también un asunto importante, basada en un caso real —la desaparición en 1965 del político panafricano Ben Barka—, cuyo cadáver fue descubierto hace un par de años en España, junto a la frontera francesa. Os envío dos interesantes reseñas críticas de ambas novelas.
Hay que ir más allá del me gusta o no me gusta chicos, ya sabéis demasiado para quedarse ahí y sobre todo es necesario profundizar en el neopolar y el polar franceses, dos obligadas referencias de la novela negra o criminal.
Espero que las disfrutéis.